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Entre el 5 y el 12 de mayo de 2025, la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) completó con éxito la primera etapa de levantamiento técnico-social en las 14 localidades rurales de la Región de Los Lagos incluidas en el convenio suscrito con la Dirección General de Obras Públicas (DGOP), en el marco del Programa de Infraestructura para el Buen Vivir.

Durante esta etapa, equipos de la UTEM se desplegaron en terreno para levantar información clave sobre la situación sanitaria de los sistemas de Agua Potable Rural (APR), considerando aspectos técnicos, sociales, legales y operativos.

Las visitas se desarrollaron de manera presencial y fueron ampliamente participativas, contando con la colaboración de comités APR, comunidades, funcionarios municipales y profesionales de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH). Cada encuentro fue documentado en minutas oficiales que detallan los acuerdos, problemáticas y compromisos específicos por territorio.

Como expresó el académico Marco Díaz Huenchuan, coordinador técnico del convenio: “Este proyecto representa un aporte concreto y significativo a la sociedad, especialmente en sectores históricamente rezagados en términos de infraestructura sanitaria. La universidad, mediante este convenio, pone al servicio de comunidades rurales del sur de Chile su capacidad técnica, académica y profesional para fortalecer el derecho humano al agua potable y el saneamiento básico”.

El académico explicó que el trabajo integra el conocimiento técnico con las necesidades reales de las comunidades. “A través de las visitas en terreno, el levantamiento de información, y la elaboración de soluciones contextualizadas, la UTEM aporta con propuestas de diseño que no solo buscan resolver un problema de infraestructura, sino también mejorar las condiciones de salud, dignidad y desarrollo local, acorde con el sello de responsabilidad social”

A partir de los antecedentes recabados, se está avanzando en la definición de prioridades y acciones para la formulación de soluciones sanitarias viables y sostenibles, que consideren desde la regularización de terrenos y derechos de agua hasta el diseño de nuevas redes y ampliación de cobertura. Las minutas levantadas en esta etapa se constituyen como la base para las fases siguientes del convenio, cuya meta es entregar proyectos listos para ejecución durante el primer semestre de 2026.

Para Diego Quiroz, estudiante en práctica y futuro tesista del proyecto, esta experiencia ha sido transformadora: “Al trabajar en situaciones concretas, se ha desarrollado una mayor conciencia social y he comprendido el impacto que el trabajo académico puede tener en el bienestar de distintas comunidades. Esta vivencia ayuda a conectar lo aprendido en clase con la realidad, y es una motivación para asumir un compromiso más profundo con mi entorno y con el rol que desempeñaré como profesional”, indicó.