Por primera vez en su historia, el Congreso Internacional sobre Revistas Científicas (CRECS) se celebró en Chile, y tuvo como anfitriona a la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), quien organizó esta versión en conjunto con la Universidad de Tarapacá y Ediciones Profesionales de la Información (EPI).
Bajo el lema “Inteligencia Aplicada a la Edición de Revistas” el encuentro reunió en Santiago a editores/as, investigadores/as, bibliotecarios/as y profesionales del mundo académico de 14 países, consolidándose como el principal espacio de reflexión sobre el presente y futuro de la comunicación científica.
Durante la inauguración, la Rectora de la UTEM, Marisol Durán Santis, destacó la relevancia de este congreso no solo como un espacio de intercambio académico, sino como una oportunidad para reafirmar el compromiso de las universidades públicas con el conocimiento abierto y la colaboración internacional.

“Nos sentimos profundamente honrados de que Chile sea sede de esta edición. Este encuentro representa una oportunidad única para reflexionar sobre cómo la inteligencia artificial está transformando los modos de producir, evaluar y difundir el conocimiento”, señaló. Agregó que la ciencia, como la cultura, “sólo tiene sentido si contribuye a comprender y transformar el mundo”, subrayando que detrás de cada publicación hay una comunidad comprometida con el bienestar social y el progreso colectivo.
Por otra parte, la Rectora Durán añadió que “la innovación tecnológica y la inteligencia artificial nos desafían a crear sistemas de publicación más éticos, inclusivos y colaborativos, donde la revisión por pares y la diversidad de saberes sean protagonistas”, conectando directamente con los ejes del congreso.

En la misma línea, el Subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, valoró que Chile acoja este evento en un momento clave para la educación y la investigación. “Nuestro país tiene una gran responsabilidad en el debate sobre las transformaciones que está experimentando la esfera del conocimiento especializado. Los cambios en la edición científica, las nuevas dinámicas de racionalización y el auge de las publicaciones comerciales ponen en tensión los principios que históricamente han sostenido a la ciencia abierta”, reflexionó.
Orellana hizo además un llamado a proteger los procesos de revisión por pares y los sistemas de evaluación crítica, “porque son ellos los que elevan la calidad, permiten la sana crítica y garantizan que el conocimiento siga siendo un bien público”. Sobre la inteligencia artificial, advirtió que, aunque representa una conquista humana, “su impacto dependerá de los debates éticos y críticos que tengamos hoy”.

Por su parte, el Dr. Rafael Repiso, director académico del Congreso, celebró que esta nueva edición se realice en Chile, país que —según destacó— “resuena con fuerza y claridad en el coro de la comunicación científica latinoamericana”.
“Chile ha sabido conjugar tradición, modernidad y apertura. Es hoy el país hispanoamericano con mayor número de revistas indexadas en las grandes bases de datos en proporción a su población, lo que refleja un compromiso real con la calidad y la internacionalización del conocimiento”, afirmó. También recordó el papel pionero del país en el impulso del acceso abierto a través de SciELO Chile, una plataforma que calificó como “una ventana luminosa hacia la ciencia compartida”.
Repiso enfatizó que la inteligencia artificial representa una nueva frontera para la edición científica, “capaz de potenciar la producción, pero también de desafiar los principios éticos sobre los que se sostiene la ciencia”. Por eso —dijo—, “congresos como CRECS son vitales, porque nos permiten debatir colectivamente cómo aprovechar esta herramienta sin perder de vista el juicio experto, el diálogo académico y la revisión crítica que dan sentido al conocimiento”.
Así, entre miradas convergentes, la apertura del CRECS 2025 se transformó en un llamado común a resguardar el espíritu colaborativo y ético de la ciencia en tiempos de automatización.
UTEM como anfitriona del CRECS
Durante tres días, el congreso desarrolló un programa de alto nivel que incluyó seminarios sobre estrategias de edición, métricas de impacto, ética de publicación y aplicaciones de la inteligencia artificial, junto con espacios de encuentro que buscaron fortalecer la cooperación entre universidades, revistas y comunidades científicas.
Como sede anfitriona, la UTEM reafirmó con este encuentro su vocación pública y su compromiso con la internacionalización del conocimiento, la vinculación con el medio y el fortalecimiento de una comunidad científica abierta, colaborativa y con mirada ética frente a los desafíos de la era digital.
Así lo destacó la Vicerrectora de Vinculación con el Medio de la UTEM. “Este encuentro ha sido una oportunidad para abrir la universidad al aprendizaje, la capacitación y la colaboración internacional, integrando a quienes lideran procesos de innovación editorial y tecnológica en distintas partes del mundo”.
Agregó que “los debates que tuvimos en estos días nos permiten comprender hacia dónde se dirige el futuro de la edición científica y cómo podemos contribuir desde Iberoamérica a construir un ecosistema editorial más ético, inclusivo y colaborativo”.
La Vicerrectora destacó también la participación de estudiantes de la Escuela de Bibliotecología y Documentación, así como de profesionales y editores/as de nuestra universidad, que pudieron formar redes y dialogar con especialistas internacionales.











